Al parecer, el origen de este cante se sitúa a principios del siglo XIX, derivando, según los expertos, de los cantos de plañideras, por cuyo motivo se conoce también este cante como seguidilla "playera", atribuyéndose tal denominación a una deformación de término "plañidera". Hay quien opina (Caballero Bonald) que la denominada "playera" pudo no ser exactamente la siguiriya, sino un estilo propio situado entre la toná y la siguiriya, que fue evolucionando hacia este último palo hasta desaparecer.
Según José Blas Vega, a la siguiriya se la empezó a conocer a finales del siglo XVIII, y se acentuó su práctica a principios del XIX. Se carece de referencias seguras en cuanto a su existencia con anterioridad a esa época, al no existir prueba real que ratifique hecho alguno en este sentido. Ricardo Molina y Antonio Mairena se preguntan por qué no se oye hablar de las siguiriyas hasta el último tercio del siglo XVIII y concluyen: "…la respuesta es sencilla: Fué por aquella época cuando las humanitarias leyes de Carlos III dieron respiro y libertad de movimiento a los gitanos, que antes de dichas disposiciones vivieron perseguidos, fugitivos y ocultos. Apenas gozan de libertad empieza a hablarse de cante flamenco y a cantarse por siguiriyas". La consecuencia que sacan dichos autores de todo ello es que antes de las leyes de Carlos III las siguiriyas estaban recluidas en las casas de los gitanos, sus verdaderos creadores, y solamente eran conocidas por éstos. Esta primera etapa de las siguiriyas seria la etapa que se ha llamado "privadísima y secreta", y que quedó superada cuando se produjo la libertad de movimiento del pueblo gitano.
Alvarez Caballero afirma, igualmente, que "la siguiriya es gitana por los cuatro costados" y El Planeta, creador de la primera siguiriya de la que hay testimonio escrito, nos sirve como introductor histórico en el mundo de este cante.
![]() "Cante por siguiriyas". Gutiérrez Montiel. | ![]() |
- Parece ser que primitivamente se cantaban sin guitarra, como todavía se cantan las tonás.
- Casi todos los buenos intérpretes de tonás fueron, a la par, excelentes siguiriyeros.
- Las siguiriyas más antiguas que conocemos conservan un claro aire de tonás. Esto puede comprobarse escuchando la siguiriya de Frasco el Colorao, interpretado por Pepe el de la Matrona.
- Los motivos que expresan las letras de ambos cantes son muy afines en dramatismo y ambiente vital.
- La consecuente facilidad con que la siguiriya y la toná, o viceversa, se alternan y se complementan al ser cantadas, un estilo antes o después dentro de la misma tonalidad.
- Como forma curiosa de métricas irregulares hemos encontrado letras de tonás muy semejantes a siguiriyas."
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